Ilusionar y desilusionar

desilusión

 

La amistad entre hombre y mujer puede existir dentro de ciertos límites restringidos. Seguramente esa amistad no puede ser entendida como mejor amistad. Un hombre no puede ser el mejor amigo de una mujer y viceversa, a menos que esta no sea su novia o a menos que la amistad no termine en noviazgo. Con esto quiero decir que si se está teniendo una amistad fuerte (abrir el corazón el uno al otro, contarse todo, consolarse, conocerse y entenderse de manera profunda) entre dos personas de sexo opuesto, si esta desemboca en un noviazgo entonces bien, de otra forma no puede continuar existiendo. La experiencia nos enseña que cuando un hombre y una mujer establecen una fuerte amistad como para convertirse en mejores amigos, uno o ambos terminan por enamorarse, pero aunque eso no llegase a suceder, antes o después esa amistad terminará igualmente cuando uno de los dos encuentre pareja.

Bíblicamente hablando, si hay alguien que debería ser nuestro mejor amigo es nuestro futuro conyuge y ningún otro. Dios desea que tú tengas una amistad fuerte con tu mujer o con tu marido. Ella debe ser tu mejor amiga y tú su mejor amigo. Salomón llama a su esposa muchas veces con el apelativo de «amiga mía».

Ninguno debe desilusionar nunca a nadie. Aseguraros de no engañar nunca a nadie haciéndole creer o esperar lo que no puede ser. Si ves a una persona que no te interesa y se está acercando a ti y da pasos que indican más que una amistad, no finjas y continues alimentando sus sentimientos. Por su bien no puedes tratarlo/a como a todos los otros, porque para él o ella tú no eres como «todos los otros» e interpretará tu interés como un: «quizás le gusto».

Podría suceder que él o ella animado por tu comportamiento, llegara a declararse y tú naturalmente responderás de manera negativa y por lo tanto provocarías una herida en esa persona y no podrías decir que lo has entendido. No se debe ilusionar nunca a nadie. No se puede usar a una persona para olvidar a otra, no se puede ilusionarla por el placer de sentirse cortejado, no se puede salir porque no tienes nada que hacer o porque nadie te dirige sus atenciones y no puedes ilusionarla porque te has afeccionado y la quieres como amigo o porque te sabe mal alejarla porque es una gran persona, porque esa gran persona no merece tu compasión sino tu amor y si tú no eres la persona que se lo puede dar, ten el coraje de tomar las distancias incluso a riesgo de parecer antipático y no le hagas perder el tiempo a nadie, ni siquiera a tí mismo.

Del libro: Anch’io scriverò ti amo de Giusy Gozzi